Estrés, angustia, ansiedad y depresión, con diversos niveles de complejidad y severidad, son algunas de las condiciones cuya incidencia se incrementó significativamente durante este año y medio de pandemia
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la salud mental como ‘un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad’. En algún punto, la pandemia alteró todos y cada uno de los aspectos que conforman esta definición; por eso, no sorprende que los especialistas estén identificando en nuestro país incrementos en los casos de trastornos de salud mental, con distintos niveles de gravedad.