Alberto Olmedo: el Maral 39, el edificio donde la gente pasa y aún señala el trágico balcón del piso 11
Pasaron 33 años de la muerte del actor, pero aún hoy aquel recuerdo permanece inalterable frente a Playa Varese, en Mar del Plata.
Alguna vez fue un santuario el cantero donde Alberto Olmedo golpeó antes de caer sobre el asfalto en la costanera de Mar del Plata. Hoy es un prolijo tapiz de césped y sobre él, en este aniversario, no hay siquiera una flor. Tampoco en frente, en la estatua de medio cuerpo que lo evoca.javascript:false
Pero esa omisión no significa que haya sido olvidado: imborrable en la memoria de los argentinos la figura del gran Olmedo. Y quienes pasan por aquí, casual o deliberadamente, alzan la vista y señalan el piso 11 del edificio del Boulevard Marítimo 3675, de donde cayó, una trágica madrugada hace exactamente 33 años.
El Maral 39 es ineludible, con sus 15 pisos imponente en medio y enfrente de la bahía de Playa Varese. A los marplatenses, que de tanto pasar por por ahí no se detienen a pensar, el dato se lo recuerdan los turistas permanentemente, haciendo escalas breves en la vereda de enfrente, señalando hacia el balcón.
«Desde allá -cuenta y apunta con el índice una mujer que se detiene un momento-, desde el 11. Pobrecito». Tenía 54 años Olmedo cuando murió. Ese verano rompía la taquilla con «Eramos tan pobres» en el teatro Tronador.
Luego de la función, cenó un restaurante ya desaparecido en avenida Colón y 14 de Julio y se fue temprano al departamento que compartía con su última mujer, Nancy Herrera, que en esos días estaba embarazada de Albertito Olmedo.
El muchacho tiene 32 años. En su canal de Youtube subió algunos videos de visitas que hizo al edificio, el verano pasado. «Se me hizo un nudo en la garganta, hasta es raro de explicarlo, algo fuerte. Sentimientos encontrados. Pero estoy en la ciudad que le gustaba al viejo, así que no me hace mal», contaba.
Las persianas están bajas -como la mayoría del edificio- y el encargado por el portero eléctrico se excusa en los dos meses que hace que está en el puesto para desentenderse de cualquier cuestión vinculada con Olmedo y el departamento del piso 11. «No lo puedo ayudar. No sé nada». Clarín intentó hablar también con la inmobiliaria que administra las torres Maral en la ciudad, pero tampoco quisieron hacerlo.
Hay departamentos en el mismo edificio que se alquilan por temporada. Este enero, un dos ambientes para dos personas salía 8 mil pesos diarios. En estos días de temporada baja, cuesta 5 mil por día.
También hay algunas unidades en venta. Actualmente, por un departamento de 45 metros cuadrados, de dos ambientes y con una impresionante vista al mar desde cualquier ángulo, se piden casi 185 mil dólares. Desde el balcón, protegido con un vidrio y con baranda y refuerzos de metal, se observa playa Varese completa.
Frente, a unos cien metros yendo hacia Cabo Corrientes, se encuentra un tríptico que lo recuerda al gran cómico argentino. Se trata de tres bloques, en medio una estatua de él, a medio cuerpo, de brazos cruzados y con una sonrisa pícara, y ambos lados imágenes de algunos de sus perennes personajes.
Están el Capitán Piluso, Rucucu, el Manosanta y el personaje que había gestado en el recuerdo de un amigo suyo, Rogelio Roldán -fallecido en 2013-, dueño de la casa funeraria en Mar del Plata donde esa noche del 5 de marzo de 1988 Olmedo fue velado.