Las posibilidades son tres: que el mismo Conte logre una nueva mayoría y forme un nuevo poder ejecutivo; un gobierno de “unidad nacional” liderado por otra figura que reúna mayor consenso; o la convocatoria a nuevas elecciones
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, presentó su dimisión al presidente de la República, Sergio Mattarella, al no haber podido conseguir una solida mayoría tras la salida del Ejecutivo del partido Italia Viva, de Matteo Renzi, y a partir de este momento se abren una serie de pasos institucionales a cumplir en la búsqueda de un nuevo Gobierno.
Conte comunicó al Consejo de Ministros su decisión y luego acudió al palacio del Quirinale, sede de la presidencia de la República, para formalizar su dimisión.
Tras recibir la renuncia del primer ministro, Mattarella abrirá las consultas mañana miércoles según un cronograma que se anunciará en las próximas horas, informó la presidencia de la República.
Tras las consultas, que durarán un par de días, el jefe del Estado puede otorgar un mandato a una figura institucional -en 2018 lo confirió a los presidentes de las dos cámaras parlamentarias- para explorar las posibles mayorías y la figura de un nuevo líder si ve que Conte no tiene posibilidades.
Pero la intención de Conte es que Mattarella le encargue a él un nuevo mandato para comprobar posibles nuevas mayorías: el primer ministro saliente aceptaría de manera provisional y regresaría tras algunos días para comunicar si cuenta con apoyos.